Los expertos dicen que los casos de violencia intrafamiliar seguirán más allá de superada la crisis sanitaria por coronavirus, y ello se ampara en el sentimiento de pérdida de control por parte de los hombres que ejercen violencia.  ¿Qué se puede hacer ante este escenario? Desde el programa TODAS y el Programa Hombre Libre de Violencia, han preparado campañas educativas y conversatorios abiertos a la comunidad y cerrados para grupos de mujeres que quieran conversar.

“Nuestra campaña la hemos denominado ´Por un San Antonio Sin violencia´, y se lanzó en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, este 25 de noviembre”, señala Paulina Fajardo, coordinadora del Programa TODAS.

Con campañas orientadas a prevenir la violencia en el pololeo, alertar sobre el abuso sexual en contexto de pareja, hablar sobre el acoso callejero, laboral y sexual, entre otras dinámicas de violencia, estos programas buscan educar para prevenir.

La violencia al interior del hogar ya era un problema grave antes de la llegada del coronavirus. A nivel mundial, ONU Mujeres daba cuenta que más de 240 millones de mujeres y niñas (entre 15 y 49 años) han sufrido violencia sexual o física por parte su pareja. Y Chile no fue la excepción, según la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres, hasta la fecha se han registrado 44 femicidios, y la 4° Encuesta de Violencia contra la Mujer en el ámbito de Violencia Intrafamiliar y en otros Espacios (ENVIF-VCM) preparada por la Subsecretaría de Prevención del Delito y dada a conocer en septiembre recién pasado, alertó de un aumento del 38,3 en los casos de violencia, donde un 41, 4% de las mujeres entre 15 y 65 años señalaron haber sufrido algún tipo de violencia física, psicológica o sexual durante su vida.

EL OTRO VIRUS DE LA PANDEMIA

En la comuna de San Antonio aumentaron los casos de atención por violencia en contexto de pareja, pero no así las denuncias al respecto. Paulina Fajardo, coordinadora del Programa TODAS de la Municipalidad de San Antonio, que realiza atenciones psicosociales a mujeres que han sufrido violencia en contexto de pareja, da cuenta de un aumento en las demandas de las atenciones. “Por una parte, las mujeres buscaron contención emocional debido a la tensión que el encierro provocó al interior del hogar y especialmente en su relación de pareja donde esta ejercía violencia en muchos casos. El desempleo, la incertidumbre económica, el estrés por el teletrabajo, la sobrecarga de las labores domésticas, la crianza, los estudios de los hijos no solo aumentó el nivel de ansiedad y angustia en los hogares, sino que desencadenó episodios de violencia de género hacia ellas y peor aún, dificultó que las víctimas pudiesen buscar ayuda de amigas, familiares o ir a un lugar seguro donde quedarse”.

La experiencia en los otros países nos obligó a estar preparadas y buscar la forma de sostener un aumento en los casos, señala Paulina Fajardo. “Así fue como le dimos prioridad a la línea de orientación y contención emocional dirigida a mujeres,  organizándonos para atender 24/7. Hubo mayor coordinación de la red, tanto con el Centro de la Mujer Sernameg como con salud mental o CESFAM quienes nos enviaban casos para la primera acogida”.

Por otra parte, señala, fortalecimos el trabajo con los hombres, a través del programa municipal “Hombre, libre de violencia” que realiza atenciones psicosociales a hombres que ejercen violencia en contexto de pareja e hicimos una Alianza estratégica con el colectivo “Hombres Libres” de Santiago, el cual habilitó una línea telefónica de emergencia llamada “ Hombres por una sana convivencia cuarentena sin violencia de género” donde los varones que se sentían con poca paciencia, frustrados, estresados o en tensión y que en cualquier momento podían  reaccionar con violencia podían llamar a una línea telefónica gratuita.

MÁS EDUCACIÓN

Pero el problema no se acaba con salir del encierro, esto requiere mayor educación para eliminar los estereotipos de género, los roles tradicionales, los mitos del amor romántico, y alertar el rol de la ciudadanía cuando conocemos hechos de violencia. La actual campaña del programa TODAS y programa HLV, en colaboración con el Programa Diversidad, Inclusión y No Discriminación, apunta a desarrollar estrategias psicosocioeducativas a nivel local, que lleguen a toda la comunidad local, reforzando el trabajo desde la primera infancia en jardines; entre los NNA en escuelas y liceos de la comuna, entre la población migrante, y entre todos los vecinos que juegan un papel súper importante a la hora de la denuncia”

Señal de alerta para detectar violencia:

• Si controla tus actividades y restringe el contacto con tu familia y amigos/as.
• Si controla la forma en cómo te vistes o te maquillas.
• Si te ha tocado sin tu consentimiento o te presiona constantemente para tener relaciones sexuales.
• Si te amenaza con dejarte o abandonarte o quitarte a tus hijos/hijas.
• Si presenta reacciones violentas que te generan miedo.
• Si culpa al resto por su actuar violento.
• Si se comporta de una manera diferente en público y en privado te agrede física y psicológicamente.
• Si controla las fotos que subes, los likes que das o te pide que bloquees a ciertos contactos.
• Si te pide leer tus mensajes de WhatsApp.
• Si te pide las claves de tus redes sociales.