En un conmovedor acto de amor y solidaridad, la comunidad de San Antonio demostró una vez más su compromiso con los más vulnerables al realizar la Cena Navideña Solidaria, que ha llevado alegría y esperanza a 670 personas en situación de necesidad.
Esta iniciativa, organizada por el Programa de Asuntos Religiosos de la municipalidad y la Mesa Interreligiosa que congrega a los distintos credos de la comuna, ha unido a católicos, evangélicos, mormones y adventistas en un esfuerzo conjunto.
Ulises Riquelme, encargado del Programa de Asuntos Religiosos de la Municipalidad de San Antonio, resaltó el esfuerzo y la participación de diferentes congregaciones en la iniciativa. "Por segundo año consecutivo, hemos convocado a diversas congregaciones para realizar este acto de amor y solidaridad. Preparamos una cena con pollo asado, arroz, ensalada, bebida, jugo y pan de Pascua para hacer más grato el momento a personas en situación de calle o en sectores vulnerables", señaló el funcionario.
La actividad, que se realizó simultáneamente en tres puntos de la comuna (San Antonio, Barrancas y Llolleo), congregó a centenas de personas que pudieron disfrutar junto a los voluntarios. Fabián Pino, cadete del Ejército de Salvación, destacó la importancia de esta actividad. "Nuestro objetivo es simple: amar y entregar amor a través de esta cena de Navidad. El año pasado entregamos 400 cenas y este año hemos llegado a 670, gracias a la colaboración de más personas que se unieron al ver lo bonito de esta iniciativa", resaltó.
Organizando la actividad en el sector de Barrancas, el Padre Fernando Luque, párroco de la Parroquia Santa Luisa de Marillac, enfatizó el valor de compartir más allá de la comida. "La Navidad es un tiempo especialmente apropiado para compartir no solo la mesa, sino también la conversación, el acercamiento y el amor. Es bonito poder reunirnos en esta fecha y compartir la mesa, que es tan importante en nuestra cultura", indicó.
Por su parte, Luis Ortiz, pastor de la Iglesia Ipetri, desde la Plaza de Llolleo, expresó su satisfacción por el éxito de la actividad, señalando que "es una gran sensación poder aportar a esta tremenda actividad. Lo importante es reflejar el amor de Cristo. Nos proyectamos a hacer algo cada vez mejor y más grande en los próximos años, alcanzando a aquellos que están necesitados, incluso en los lugares más difíciles de San Antonio".
La comunidad de San Antonio ha demostrado una vez más que la unión y la solidaridad pueden marcar una diferencia significativa en la vida de quienes más lo necesitan durante la Navidad.