Proceso ejecutado por organismo inserto en DIDECO culmina exitosamente. Este fin de semana un importante ciclo culminó para los vecinos de Llolleo Alto. Hito suscitado bajo el alero del Programa Quiero Mi Barrio; equipo instalado y coordinado a través del Municipio de San Antonio. Ocasión que congregó a los vecinos de Los Almendros, Los Jazmines y La Frontera quienes dieron por inauguradas las últimas obras del sector; cambio que permitió recuperar un importante espacio público.“El Bandejón de Olegario Henríquez que forma parte de una obra emblemática, elegida y acordada por los propios vecinos de esta comunidad de Llolleo Alto, decidieron que pasara de basural a un espacio de recreación; con áreas verdes, juegos infantiles, máquinas de ejercicio, iluminación para el encuentro de la familia y eso es lo que hoy estamos cumpliendo a través del Programa Quiero mi Barrio. Felicitaciones a todos los vecinos y vecinas que están encabezados por su dirigente Hans Sepúlveda y por supuesto que son un ejemplo a seguir en cada uno de los barrios.”, señaló durante la ceremonia el Alcalde de la comuna puerto, Omar Vera. Jornada en donde el corte de cinta fue fruto de la unión de los tres sectores intervenidos en Llolleo Alto; vecinos que fueron beneficiados desde el año 2012 al 2015 con un plan de gestión social y otro de obras; en donde los pobladores decidieron en conjunto que lugares intervenir a través de talleres. “Queremos agradecer a todos los profesionales de la Municipalidad de San Antonio, a los del MINVU, agradecer a las autoridades que siempre estuvieron con nosotros apoyándonos. Y esperamos que los próximos barrios logren concretar estos sueños que a nosotros nos tuvieron tres años y espero desearle lo mismo para ustedes.”, expresó Hans Sepúlveda, presidente del Consejo Vecinal de Desarrollo de Llolleo Alto I, II y Cerro La Viuda.Tramo que se une a los otros sectores intervenidos como la zona baja de Olegario Henríquez (frente al CESFAM Néstor Fernández Thomas), el cambio de luminarias en todo el barrio, calles pavimentadas, entre otras obras. “Aquí ya tenemos una concreción de obras que tiene que ver con la trama urbana de Olegario Henríquez; un bandejón lateral que no puede envidiarle a ningún lugar del país respecto de su estándar; es un alto nivel de inversión que se generó ahí. No son obras menores, son importantes. Una equidad social que también requiere el barrio. Hay pavimentos participativos que se generaron alrededor de todo el sector de Llolleo Alto y eso también da cuenta de la gestión que se hizo con otros servicios públicos; de poder concadenar y concretar muchas de las obras que se están ejecutando acá”, comentó Hernán Quezada, secretario técnico regional del Programa Quiero Mi Barrio. Una inversión aproximada de 500 millones de pesos en Llolleo Alto I, II y Cerro La Viuda que cambiaron la calidad de vida de muchas familias. Obras que recuperaron el espacio propio de cada sector; talleres y apoyo social durante tres años que empoderó a una comunidad que hoy busca seguir unida y trabajar en futuros proyectos de manera más autónoma. Una historia positiva que se suma a lo que ha ocurrido en Cerro Alegre, Bruselas y 30 de Marzo. Un trabajo que sigue activo en otros barrios como Casa Azul de Llolleo, Casa Piedra y Planicies de Bellavista que buscan recuperar un barrio y así mismo la ciudad completa.